El cuerpo, como una impresionante máquina orgánica, se regula a sí mismo en diferentes situaciones con diferentes procesos químicos. Sin que nos demos cuenta, el cuerpo se cura a sí mismo del dolor o del estrés, e incluso interviene en nuestros sentimientos dependiendo de lo que estemos viviendo.
El cerebro es flexible, a pesar de que ciertas glándulas, hormonas y neurotransmisores han ido determinando nuestra personalidad y nuestro estado de ánimo a lo largo de nuestras vidas, los seres humanos a través del pensamiento positivo somos capaces de modificar las viejas conexiones neuronales, modificando así la comunicación neuronal que determina nuestras respuestas emocionales ante la vida cotidiana.
El cerebro, a través de los neurotransmisores, recibe y emite señales químicas que regulan las emociones y las funciones del cuerpo.
Cada pensamiento libera un tipo particular de neurotransmisor, el cuál se encarga de moldear la realidad de cada persona, dependiendo de qué tipo de sustancia química libere.
Teniendo en cuenta estas sustancias, no sólo somos capaces de ser más conscientes de lo que estamos sintiendo y porqué lo estamos sintiendo, sino que además podemos ser capaces de moldear nuestro estado de ánimo y así poder lograr lo que la mayoría de los seres humanos buscan en la vida: ser feliz.
Teniendo en cuenta estas sustancias, no sólo somos capaces de ser más conscientes de lo que estamos sintiendo y porqué lo estamos sintiendo, sino que además podemos ser capaces de moldear nuestro estado de ánimo y así poder lograr lo que la mayoría de los seres humanos buscan en la vida: ser feliz.
La Serotonina
Es el regulador de emociones más importante, se podría decir que la Serotonina es la "hormona del placer", además de ser la "hormona del humor". La Serotonina inhibe el enfado, la agresión, regula el humor, interviene en la regulación del sueño, en el equilibrio del deseo sexual, y del apetito mediante la saciedad, y además, aumenta la autoestima y el bienestar. Si se altera la producción de ésta, puede provocar depresión, colon irritable, mal humor, irritabilidad, impulsividad o insomnio.
Para producir Serotonina en el cuerpo, podemos realizar cualquiera de las siguientes actividades:
1. Hacer ejercicio de forma constante, quince minutos diarios pueden ayudar significativamente a sentirse mejor.
2. Cambiar la rutina, hacer algo novedoso y aprender algo nuevo, son prácticas sencillas que favorecen el flujo de Serotonina en el organismo.
3. Practicar alguna técnica de relajación (meditación, yoga, hipnoterapia, hemi-sync).
4. Darse un masaje.
5. Caminar al aire libre, conectarse con la naturaleza.
Es conocida como la hormona del amor. Las relaciones estables y los sentimientos profundos, se dan gracias a ella. Aumenta el grado de placer en las relaciones sexuales, la sensibilidad del aparato genital y el deseo. La falta de este neuroquímico puede ser la causa principal de la inestabilidad emocional.
Para producir Oxitocina en el cuerpo, podemos realizar cualquiera de las siguientes actividades:
2. La relación animal-hombre aumenta los niveles de Oxitocina, y según un estudio controlado, no sólo en los humanos, sino también en los perros. Emplear tiempo con mascotas o animales domésticos como los perros aumenta la Oxitocina para ambos.
3. Abrazar a alguien.
4. Emplear tiempo con amigos, familiares y sobretodo lograr apreciar las conexiones interpersonales.
Produce alegría, deseos de vivir, ganas de enamorarse, regula la capacidad de lidiar con el estrés, los niveles de ansiedad y los patrones de sueño. Los niveles de Dopamina también mejoran la capacidad de toma de decisiones y controlan la ansiedad. Relacionado con la cantidad de placer que experimentan los humanos, el aumento de los niveles de Dopamina puede ser beneficioso para el desarrollo de las habilidades sociales. Si se tienen niveles bajos de ésta, se pueden producir adicciones a la comida, las drogas, el alcohol, el juego o los deportes extremos, provoca la necesidad de buscar afuera la felicidad, cuando debería venir de adentro.
Para producir Dopamina en el cuerpo, podemos realizar cualquiera de las siguientes actividades:
1. Duerme bien, se recomienda que sea de 7 a 8 horas diarias.
2. Camina, nada o corre de 30 a 60 minutos.
3. Agrega a tu dieta alimentos ricos en antioxidantes.
4. Reduce la ingesta de alimentos azucarados y grasas saturadas. Come menos comida chatarra.
5. Cambia por café descafeinado y reduce las bebidas alcohólicas.
Adrenalina:
Es conocida como la hormona del estrés, y es la que permite al organismo reaccionar en caso de urgencia.
Endorfinas:
Endorfinas:
Estimulan el placer y tienen efectos analgésicos. Se producen fundamentalmente al hacer ejercicio o al reírnos.
El ejercicio físico, las demostraciones de afecto, los masajes, las caricias, la risa, el contacto con la naturaleza, la relajación, la visualización, la música, el baile, nos pueden hacer vivir momentos de felicidad plena y esa sensación es la que favorece la producción máxima de Endorfinas.
Melatonina:
Melatonina:
Regula los ritmos biológicos y el sueño. Se produce principalmente durante la noche. Es producida por una glándula fotosensible (sensible a la luz) que se encuentra en el centro del cerebro llamada Glándula Pineal.
Cortisol:
Activa la producción de adrenalina y regula la respuesta del cuerpo ante el estrés. Si sus niveles son bajos genera cansancio y desanima a la persona, si son elevados puede generar ansiedad, taquicardia y nerviosismo.
Tiroideas:
Tiroideas:
Una cantidad demasiado elevada puede provocar ansiedad e incapacidad para relajarse, mientras que la falta de ella puede provocar depresión y fatiga crónica.
Siendo conscientes de nuestros cuerpos, y conociendo las respuestas químicas que éste genera, puede ser más fácil identificar cómo nos sentimos, pero sobretodo porqué nos sentimos así.
Y tú... ¿Cómo te sientes?
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